viernes, 6 de marzo de 2020

Los Baños-Balnearios Flotantes de Santander



Debido al auge de mediados del siglo XIX, por los baños de ola y los balnearios,  se instalan en el muelle de Calderón de Santander, unos “Baños-Balnearios flotantes”, para uso de las clases más modestas que no podían permitirse el coste del traslado al Sardinero y del uso de las instalaciones balnearias de la zona.
Los primeros baños flotantes eran propiedad del empresario Santoñés don Eulalio Ardanaz.  Su nombre era “Antiguos baños flotantes”, pero eran conocidos popularmente como “Los viejos”. El conjunto balneario estaba formado por dos barracones rematados por un tejadillo de zinc, uno destinado a baño de señoras y el otro para caballeros, estaban montados sobre una gabarra y separados entre si, la separación hacía de sala de espera,  estaba cubierta con un toldo y tenía unas sillas de madera. En 1880, los baños presentaban un aspecto poco agradable al estar sus estructuras bastante deterioradas.


En 1885 se publicaba la siguiente tarifa de precios:


Los baños debieron de desaparecer al año siguiente pues no hay constancia de propaganda anunciando su lugar de atraque, como era costumbre a principio de cada temporada, pues solo funcionaban en verano.
Con el aumento de la población y de los veraneantes, los llamados “Baños viejos”, con sus ya deterioradas instalaciones son insuficientes para atender el número elevado de personas que acceden a este servicio. En 1880 don Juan Gutiérrez Colomer  y su cuñado Alberto Gutiérrez Vélez, presentan un proyecto para la construcción de unos nuevos baños flotantes.
En 1881 comienza la construcción y los nuevos “Baños flotantes”, son inaugurados el 4 de junio de ese mismo año.

El lugar destinado para para su servicio es al lado del  “Muelle de pasajeros de Las Corconeras” en el Muelle de Calderón, el lugar es concedido por La Comandancia de Marina y puede variar de un año a otro ya que la concesión solo tiene validez para una temporada.
Estos baños habían sido construidos por los “Talleres Corcho-Hijos.

Los nuevos baños estaban  sobre dos grandes flotadores unidos por bastidores y constaban de dos cuerpos de veinticuatro habitaciones, doce a cada lado para señoras y caballeros, diz pilas de baños calientes, un baño general para escuela de natación, un salón de espera, una sala de hidroterapia, despacho médico y restaurante. Por la borda colgaba un letrero con la siguiente leyenda;


En 1883 se traspasa la titularidad de los “Nuevos Baños Flotantes” a los hermanos Corral, don Manuel y don Ramón.
Debido al éxito de estos baños la afluencia de clientes es tal que en determinadas horas no había cabinas ni bancos de espera libres.


En 1885 los hermano Corral proyectan la construcción de otro balneario flotante, aprovechando el casco de un buque costero llamado “Las Dos Hermanas” , encargan la construcción a los Talleres de López Dóriga en San Martín y son inaugurados ese mismo verano.
Se les bautizo como “Baños Flotantes Nuevos”, lo que dio lugar a confusiones, con lo que se pasan a denominar; Nº 1 los primeros y Nº 2 los recién extrenados.


En 1896 ya desaparecidos los “baños viejos” “Baños Viejos” y los hermanos corral destinan el Nº 1, para público selecto y servicios mas caros. No hay referencias escritas sobre hasta que año prestaron sus servicios veraniegos en la bahía.